<div><b>pycon y Sugarday Argentina 2011</b></div><div><br></div><div>Sin lugar a dudas una experiencia muy interesante.</div><div>Mucha inteligencia, conocimiento y experiencia en un grupo de gente fantástico que nos atendió de maravilla y con quienes compartimos muy buenos momentos.</div>
<div>En Junin, la pasé bien. Mis felicitaciones y agradecimientos con sincero afecto a quienes me recibieron en tan linda ciudad.</div><div><br></div><div><br></div><div><b>Me impresionó:</b></div><div><br></div><div>La organización, tanto de los eventos como del trabajo realizado en las jornadas del Sugarday.</div>
<div>Sin duda hay mucha experiencia en este equipo y una gran comunidad python, con mucha fuerza.</div><div><br></div><div>Sabía que python tenía mucha fuerza en Argentina, pero la verdad que excedió mis expectativas al respecto.</div>
<div>Por lo que vi, podría pensarse que en ese país son todos nerds, hablan python y detestan a Tinelli.</div><div><br></div><div>En lo personal, he venido muy contento de haber conocido este grupo de gente y de verlos en acción, ahora quedará ver, en lo técnico, que enseñanza me ha dejado lo que vi y escuché, sin lugar a dudas me queda mucho camino por recorrer.</div>
<div><br></div><div>Como docente, fue un orgullo muy íntimo y personal el ver a mis alumnos portando Pilas a la xo junto a su creador Hugo Ruscitti.</div><div>Verlos compartir ideas, preguntas, opiniones y código con desarrolladores de Canónical, verlos junto a Icaro y sus robots, etc . . . , creo que para salida didáctica fue demasiado. Dudo mucho que como docente pueda superar esto en el futuro, aunque voy a intentarlo.</div>
<div><br></div><div>Conmigo no podrán ir más lejos estos jóvenes, ahora, ya el camino que recorran, dependerá de ellos mismos y también de esta comunidad que seguramente los siente no solo como compañeros, sino como producto directo de su trabajo y dedicación.</div>
<div><br></div><div>Supongo que para ellos habrá sido una experiencia inolvidable y espero que les haya marcado el camino.</div><div><br></div><div>Para los desarrolladores que trabajaron con ellos, seguramente también habrá sido importante ver lo que puede lograrse con los jóvenes cuando las condiciones son las adecuadas, ahí está la prueba de que ¡ sí se puede ! y de que lo que están haciendo no será en vano, aunque todavía hay que lograr mayor difusión y consciencia entre los docentes de todos nuestros sistemas educativos.</div>
<div><br></div><div><br></div><div><b>En qué cambió mi forma de ver las cosas:</b></div><div><br></div><div>En primer lugar, me he dado cuenta de lo mucho que tengo por aprender, no solo en cuanto a programación, sino en la forma de hacer las cosas y de colaborar con otros y creo que en este sentido, en Uruguay en general tenemos mucho por hacer, yo en particular, mucha cosa nueva por intentar.</div>
<div><br></div><div>En lo referente a Ceibal, con quién he sido muy crítico, me he dado cuenta de lo mucho que se ha hecho y se ha logrado acá en Uruguay.</div><div>En definitiva, tanto yo como mis alumnos, somos en cierta medida, producto directo de la implementación de Ceibal, al menos yo lo siento así.</div>
<div>Por eso duele tanto asimilar las malas decisiones que a veces se toman desde la dirección del mismo.</div><div>De modo que, sin dejar de denunciar los errores que se han cometido últimamente, debo reconocer que se ha hecho un trabajo único en el mundo, que es sin lugar a dudas un ejemplo a seguir, un horizonte digno de ser alcanzado por otras naciones.</div>
<div><br></div><div>Somos el único país en el planeta que tiene 100% del sistema educativo público, desde el inicio en preescolar hasta el final de secundaria con un laptop por niño o jóven y con internet gratis, (lástima que en secundaria se nos haya colado windows).</div>
<div><br></div><div>Esto que para nosotros, hace a penas cuatro años atrás era algo increíble, es ahora algo tan común que nos parece que los errores cometidos terminarán con todo de un plumazo.</div><div><br></div><div>No es así, no puede ser tan fácil, seguramente es un problema bien uruguayo el estar descontento con lo que tenemos porque vemos que se puede hacer mejor, pero cuando logras ver los problemas de implementación que enfrentan otros países, logras darte cuenta que se ha logrado realmente muchísimo en muy poco tiempo.</div>
<div><br></div><div>De modo que: vaya mi reconocimiento y sincero agradecimiento a quienes han sacado el plan adelante, sean quienes sean, y mi desagrado a quienes estén en el trayecto equivocado. No dejaré de denunciar los errores de la misma manera que no dejaré de ser Uruguayo, de modo que aprovechen a regocijarse quienes hayan hecho bien las cosas en ceibal porque los uruguayos perdemos rápidamente la perspectiva de las cosas y es probable que vuelva a sucederme.</div>
<div><br></div><div><br></div><div><b>Lo que no me gustó:</b></div><div><br></div><div>No me agradó para nada la forma en que la gente del transporte trata a las personas, salvo los tacheros con quienes se puede tener una conversación agradable durante el viaje, pero los operarios de ómnibus y del puerto son realmente muy desagradables y en el caso del puerto, debo decir que son iguales en ambas márgenes del río. Dan la impresión de que la gente que viaja son para ellos una molestia.</div>
<div><br></div><div>Tampoco la estación de retiro me pareció un buen lugar para recibir "visitas", no es un lugar agradable, mas vale salir rápido de allí.</div><div><br></div><div><br></div><div><b>Anecdotas a la Uruguaya:</b></div>
<div><br></div><div>Al regreso.</div><div>De retiro al puerto.</div><div>Derecho a la cafetería a buscar agua caliente para el mate.</div><div>Lo apronto y salgo a la entrada.</div><div>Noto que un muchacho de unos 25 años, sentado allí, me seguía con la mirada.</div>
<div>Cuando vió que me quedé en la entrada, salío conmigo, termo y mate bajo el brazo. Nos pusimos a conversar.</div><div><br></div><div>De Durazno era.</div><div>Tenía pasaje para el barco de media noche, pero del día anterior y le había ocurrido que viniendo del interior argentino, le habían robado la mochila con el dinero y los documentos y obviamente, a pesar de tener el pasaje del barco, no lo habían dejado viajar.</div>
<div>Tuvo que hacer la denuncia e ir al consulado uruguayo para que le dieran un papel que certificara su identidad (a media noche).</div><div><br></div><div>En el consulado uruguayo, los compatriotas le habían querido cobrar 150 pesos argentinos por el papelito, pero luego de mucha discusión, al ver que en realidad el joven no tenía dinero, le dieron la documentación necesaria y volvió como loco para el puerto decidido a pasar la noche allí.</div>
<div><br></div><div>Al llegar, se encuentra con que la policía no lo deja quedarse, entonces les cuenta lo que le había sucedido y les pide que le indiquen un lugar donde pueda estar tranquilo y seguro durante la noche. Los buenos oficiales, lo mandan a retiro, y como el muchacho nunca había estado en buenos aires, va a retiro.</div>
<div><br></div><div>Al llegar y ver aquello, se da cuenta que allí no va a estar seguro y decide salir.</div><div>Camina toda la noche por buenos aires, sin dinero, hasta las 6 de la mañana en que vuelve al puerto y se queda allí a esperar el barco.</div>
<div>Estuvo hasta que llegué yo y se puso a conversar conmigo, como a las 15:30.</div><div>Yo tomaba el barco a las 18:30, así que cuando me iba, le ofrecí dinero para que comiera algo, o la ayuda que necesitara y yo pudiera darle en ese momento y antes de irme, pero me agradeció y no aceptó nada. Allí quedó, en la entrada del puerto de Buenos Aires.</div>
<div><br></div><div>Me subí al barco, venían 600 y no se cuantos uruguayos de Bariloche, de las excursiones de quinceañeros.</div><div>El viaje fue como un recreo en el liceo, pero de una hora.</div><div><br></div><div>Bajé en colonia, caminé 50 metros hasta la terminal, por el medio de la calle como corresponde.</div>
<div><br></div><div>Cuando llego, le pregunto al muchacho de la agencia de ómnibus:</div><div>"¿cuál es el próximo ómnibus que pase por la Radial de San José?".</div><div>"Ese que se va", me dice.</div>
<div>"Paaa !! lo perdí".</div><div>"No !, pará", me dice, y sale a la calle y le hace señas al chofer, y le dice: "pará Carlitos !!, no te vayas, aguantame."</div><div>Me vendió el boleto, y me abrió la agencia y me dijo "pasá por acá que es más rápido", y pasé y subí al ómnibus.</div>
<div><br></div><div>Me siento, miro a quien iba a mi lado, y resulta que era una mujer que fué compañera de trabajo hace unos años en Ciudad del Plata.</div><div>Conversamos todo el viaje mientras chateba en la xo con mi hija.</div>
<div>Me bajo en la radial y detrás mío se baja otro profesor conocido, conversamos un rato, subimos al mismo ómnibus y en media hora más estaba en casa.</div><div><br></div><div>Pobre de los Uruguayos que tuvieron que irse y estuvieron parados en algún puerto por ahí, esperando para volver a casa.</div>
<div><br></div><div><b>PD:</b></div><div>Gracias a los hermanos Argentinos por recibirme nuevamente en su tierra, espero que no se enojen por mi historia, pero es que no hay rincón en el mundo que se vea, que se sienta o que huela como Uruguay.</div>